miércoles, 3 de septiembre de 2008

Las Encías en la Mujer

Usted sabe que, como mujer, su salud tiene ciertas peculiaridades que la distinguen. También sabe que el cepillado dental, el uso de la seda, una dieta equilibrada, el ejercicio moderado y visitas periódicas a su médico y a su dentista, son importantes para su salud. Y cómo no, sabe que durante algunos períodos específicos de su vida, las mujeres atraviesan momentos especialmente sensibles que requieren cuidados personales adicionales: cuando aparecen los cambios morfológicos durante la pubertad o la menopausia, por ejemplo, o durante la menstruación, o en el embarazo. Pero, ¿Sabe usted que la salud de su boca también precisa cuidados adicionales durante estos períodos?.

Estos estadíos particulares de la mujer se deben a cambios hormonales. Dichos cambios provocan diferentes sensibilidades en los tejidos del organismo. Sus encías se convierten en un tejido extremadamente sensible a los cambios hormonales, pudiendo desarrollar una enfermedad que puede llevarle a la pérdida de sus dientes.

¿Qué es la enfermedad de las encías?

La enfermedad de las encías, o enfermedad periodontal, es una infección crónica causada por las bacterias y las toxinas de la placa dental, una película transparente y pegajosa que se adhiere constantemente alrededor de los dientes. La enfermedad de las encías afecta tanto a éstas como a las estructuras que sujetan los dientes a la boca. En el comienzo de la enfermedad, la gingivitis, puede causar hinchazón, enrojecimiento y tendencia al sangrado. No suele aparecer dolor asociado a esta situación. Pero algunas veces todos estos síntomas pueden pasar desapercibidos, especialmente en las mujeres que fuman.

Si la infección no recibe tratamiento puede progresar hacia una situación más grave en la que el hueso y el tejido que rodea al diente se destruyan de forma irreversible. Con el tiempo, estos dientes pueden perderse.

Sin una higiene oral eficaz que incluya el cepillado y la limpieza entre los dientes con seda o cepillos interdentales, así como visitas periódicas al dentista, usted corre el riesgo de contraer la enfermedad de las encías. Es importante tener en cuenta que los cambios hormonales que sufre la mujer pueden desencadenar o acelerar un problema de este tipo. A continuación le exponemos algunas recomendaciones sobre algunos de los síntomas que se pueden sufrir durante la pubertad, menstruación, embarazo y menopausia.

PUBERTAD

Durante la pubertad, el aumento de los niveles de progesterona y posiblemente estrógenos, causan un aumento de la circulación sanguínea en las encías. Esto puede causar una mayor sensibilidad a partículas irritantes como la comida, los microbios de la placa dental y el sarro. Las encías, por tanto, se irritan y se hincha. Es fácil de entender que si un profesional de la salud dental elimina dichos irritantes, esta inflamación cederá.

Posteriormente, un cepillado adecuado de los dientes en casa (incluyendo la limpieza interdental) es imprescindible, ya que de lo contrario la enfermedad volverá. Si permanece sin tratamiento, se corre el riesgo de que el hueso y los demás tejidos circundantes queden permanentemente dañados.

A medida que una joven madura en su desarrollo, la tendencia al sangrado ante la presencia de irritantes disminuye. No obstante, es importante recordar el cuidado diario de los dientes y la visita regular a su dentista.

MENSTRUACION

La gingivitis (inflamación y enrojecimiento) puede tener tendencia a aparecer durante la menstruación. Una vez más, esta situación es debida a un aumento del nivel de progesterona en su organismo, justo antes de que comience el período, y al acúmulo de placa dental.

Hay ocasiones en que algunas mujeres pueden padecer aftas y sangrado en la boca tres o cuatro días antes del comienzo de la menstruación. Otras veces aparece gingivitis durante el período que se caracteriza por la inflamación repetitiva de las encías, con un enrojecimiento brillante acompañado o no de llagas en la lengua y los carrillos. Esta gingivitis menstrual suele ceder al acabar el ciclo menstrual. Como siempre, un cuidado adecuado de los dientes, incluyendo la limpieza interdental, ayuda a mantener la salud durante estos períodos tan delicados.

EMBARAZO

Existe la creencia popular de que “cada hijo ha costado un diente”. Aunque está basado en experiencias ciertas, hoy en día esto no se debe aceptar. Al igual que los demás tejidos del organismo, los dientes y las encías también se afectan durante el embarazo.

Frecuentemente, las mujeres embarazadas sufren más de gingivitis a partir del segundo o tercer mes de gestación, que prosigue en aumento hasta el octavo mes, siendo menos severa en el noveno. Esta enfermedad se conoce como gingivitis gravídica o del embarazo y se caracteriza por inflamación, sangrado y enrojecimiento de las encías causado por pequeños acúmulos de placa o irritantes como el sarro. Esta respuesta se debe una vez más a la especial sensibilidad que produce el aumento de la hormona progesterona. Si sus encías tienen buena salud antes del comienzo del embarazo, hay menos posibilidades de que pueda desarrollar estos problemas. La gingivitis en el embarazo suele afectar más a las encías que previamente hayan estado enfermas. Si a usted le ha ocurrido esto, corre mayor riesgo de desarrollar gingivitis gravídica.

Al igual que el resto de las gingivitis, en las gingivitis gravídicas también se corre el riesgo de que el hueso y los demás tejidos circundantes queden permanentemente dañados si no se realiza tratamiento.

A causa del gran aumento de estrógenos y progesterona que se produce durante el embarazo, se pueden desarrollar mayor cantidad de problemas gingivales durante este estado. Debido a la hipersensibilidad de los tejidos, cualquier irritante presente provocará una fuerte reacción inflamatoria.

Para reducir los problemas gingivales, es importante buscar ayuda profesional que elimine los irritantes, limpiar las superficies de las raíces de los dientes y asegurarse de la eficacia de la higiene diaria oral con cepillado y limpieza interdental. Ahora más que nunca es muy importante visitar a su dentista: no olvide su revisión dental. De hecho, puede necesitar algún tratamiento adicional durante el segundo o principio del tercer trimestre de gestación.

Recuerde: si nota reblandecimiento, sangrado o hinchazón de las encías, avise a su dentista o periodoncista.

En algunas ocasiones la inflamación gingival puede localizarse en un nódulo o agrandamiento de la encía que se denomina épulis gravídico o tumor del embarazo. Tiene tendencia a aparecer durante el tercer trimestre, pero puede hacerlo en cualquier período del embarazo. El tumor gravídico en ningún caso es cancerígeno. Se debe a una extrema reacción de las encías ante la presencia de un irritante. Este tumor no es doloroso. Puede serlo si el agrandamiento adquiere tal tamaño que interfiera con la masticación o si acumula exceso de restos alimenticios. La mayor parte de los épulis gravídico ceden al tratamiento profesional al eliminar los irritantes locales que los producen. Cualquier tratamiento sobreañadido debe ser consultado con el dentista y el ginecólogo.

Tanto la gingivitis gravídica, como el tumor del embarazo, suelen ceder al término de la gestación, pero a pesar de ello no desaparece por completo espontáneamente, por lo que necesita tratamiento.

ANTICONCEPTIVOS ORALES

Si está usted realizando control de la natalidad con anticonceptivos orales “la píldora”, puede ser susceptible de sufrir los mismos trastornos en su boca que aquellos que afectan a las mujeres embarazadas. Esto es debido a que “la píldora” aumenta los niveles de progesterona en el organismo y por tanto convierte a las encías en un tejido más susceptible a los irritantes locales. Es importante saber que hay algunos medicamentos, entre ellos los antibióticos, que pueden disminuir la eficacia de los anticonceptivos orales. Es por ello muy importante que usted comunique esta circunstancia a su dentista antes de que le prescriba algún medicamento. En cualquier caso, téngalo siempre en cuenta.

MENOPAUSIA

La mayoría de los problemas orales que pueden aparecer durante la menopausia no están relacionados con los cambios que están ocurriendo en el organismo. Si está usted utilizando parches de suplementos de estrógenos, apenas afectarán a la salud de su boca. Ahora bien, la ingesta de suplementos de progesterona puede aumentar la irritabilidad de las encías y la tendencia a la hinchazón, el sangrado y enrojecimiento.

En raras ocasiones las mujeres puede sufrir lo que se conoce como gingivoestomatitis menopáusica, que se caracteriza por unas encías secas, brillantes, que sangran con facilidad y una tonalidad que puede variar desde muy pálida hasta rojo oscuro. Otros síntomas pueden incluir una sensación de sequedad, ardor, gusto anormal, sensibilidad extremada al frío y al calor, o dificultad en utilización de dentadura.

Si a usted se le diagnostica una gingivoestomatitis menopáusica, consulte a su dentista, periodoncista, o médico, puesto que le podrán ayudar con medicación especial.


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Fuente: OdontoNoticias - 31/1/2005

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